Los malos olores son un problema ambiental que afecta la calidad de vida de las personas y que en el caso de actividades procesadoras de productos del mar, pueden causar náuseas, molestias respiratorias y hasta alteraciones psicológicas en vecinos cercanos a estas plantas. Esta actividad está dentro de las tres fuentes potenciales de malos olores junto a la crianza y engorda de animales y plantas de tratamiento de aguas servidas.
Coronel es una de las comunas que concentra el mayor número de empresas pesqueras a nivel nacional y El Plan para la Recuperación Ambiental del Coronel (PRAS) identificó el problema de malos olores “en las faenas de las empresas que fabrican harina de pescado y de la actividad pesquera (…) que se encuentran emplazadas en la bahía de Coronel y cercanas a sectores residenciales, siendo los principales afectados: Lagunilla, Villa La Posada y Escuadrón”.
Las causas de estos malos olores van desde problemas con la frescura de productos del mar y la falta de infraestructura adecuada para recepción de materia prima, sistemas colectores de vahos, plantas de riles, e insuficientes sistemas de abatimiento. Desde ASIPES han atribuido el problema incluso al desajuste entre el volumen disponible de materia prima y la capacidad de las plantas, provocado por la falta de organización de la captura artesanal que ha causado “atochamiento” en las bodegas y su posterior descomposición.
Pese a que a mediados del 2018 las empresas Alimar, Blumar, Camanchaca, Landes y Foodcorp, Orizón comprometieron un protocolo para reducir los malos olores provenientes de sus procesos, los malos olores durante las últimas semanas han sido intensos en el norte y centro de Coronel y han motivado el reclamo de vecinos que han llevado a solicitar a la autoridad sanitaria mayor fiscalización.
CAMANCHACA: Un mal momento para ampliarse
Luego de duras críticas por la oportunidad en que se presentó, en noviembre del 2018 Camanchaca desistió del proyecto sometido a evaluación ambiental “Ampliación Planta de Congelados, Optimización Operacional y Sistemas de Abatimiento”. Extrañamente, a poco más de un mes del desistimiento, la empresa ingresó nuevamente el expediente para su evaluación, que se lleva a cabo en medio de un proceso marcado por los episodios de malos olores en Lo Rojas y Coronel que incluso motivaron un sumario sanitario instruido por la propia Seremi de Salud a raiz de vahos en algunos puntos del proceso, situación constatada durante la madrugada del domingo 27 de enero. Cabe destacar que los antecedentes del expediente electrónico son insuficientes para responder el abatimiento de malos olores y tampoco permiten la participación de la población afectada.
FIORDO AUSTRAL: Las consecuencias de reiteradas sanciones
Clausurada los años 2011 y 2015 debido a una permanente emisión de malos olores y sumariada por la Seremi de Salud en reiteradas oportunidades, a punta de sanciones se ha visto en la obligación de invertir en un Programa de Gestión de Olores que, de acuerdo a su relato, ha incluido una inversión cercana a los U$2 millones en mejoramiento de obras civiles, filtros y de relacionamiento con la comunidad que incluye un sistema de medición de olor ciudadana a través de una aplicación de telefonía celular. Esta es una experiencia que debe ser revisada de cerca y comprobar su efectividad, ya que el problema persiste en el sector a causa de la actividad de otras empresas como Alimex y Cargill (ex Ewos) amas sumarias a inicios de 2018 por la misma causa: malos olores.
POR DÓNDE AVANZAR
- A las Pesqueras: Exigir el tratamiento de captura de vahos con equipos que reduzcan emanación e incluir en Acuerdos de Producción Limpia el tratamiento de riles.
- Al Estado de Chile: la urgente normativa de olores que incluya protocolos de manejos para evitar la producción de olores, obligando a que los privados presenten planes para abordar estos problemas.