Funcionarios de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado (Brianco) Concepción en su cuartel de Villa Spring Hill en San Pedro de la Paz, organizaron la ceremonia de retiro donde participaron detectives y alumnos del Colegio Concepción San Pedro.
Sam nació el 03 de febrero de 2005 en la Brigada de Adiestramiento Canino de la PDI en Santiago, ya en mayo de 2006 junto al Asistente Policial Paulo Soto realizaron el curso de “Perros de Trabajo Policial” en el área de detección de drogas, obteniendo el primer lugar, siendo destinados para realizar controles antinarcóticos en el aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez.
Según explicó su guía canino, Sam en varias oportunidades participó en la incautación de sustancias sometidas a la Ley 20.000 en el terminal aéreo internacional, posicionándose dentro de los mejores ejemplares caninos de nuestro país.
Debido a su gran nivel, fue asignado para cumplir funciones en la Brigada Antinarcóticos Calama, reforzando los controles tanto en la ciudad, como en frontera, donde nuevamente logró detectar en innumerables oportunidades grandes cantidades de sustancias ilícitas que intentaban ingresar desde Bolivia.
Para enero de 2015 junto a su instructor, el asistente policial Soto llegaron a integrar la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado Concepción, interviniendo en controles en aeropuerto, puerto, terminales de buses y apoyar a los equipos Microtráfico Cero “MT0” en toda la Región del Biobío, donde destacó por su gran capacidad, siendo a la fecha el ejemplar con mayor número de incautaciones en la zona, además de participar en campañas de verano y demostraciones de búsqueda de sustancias ilícitas en diferentes establecimientos educacionales.
El jefe de la Brianco penquista subprefecto Mauricio Jorquera sostuvo que: “En septiembre de 2015 y abril de 2016 Sam fue clave para la incautación de 1.400 kilos de droga, en dos operativos policiales, siendo el mayor decomiso de esta brigada especializada, sacando de circulación cannabis sativa y cocaína, avaluadas en más de 15 millones de dólares”.
Luego de 13 años, Sam dejó de cumplir funciones en la PDI, quedando al cuidado de su instructor, para no separar este binomio que ha formado un gran vínculo entre guía y perro, dejando una impronta de gran desempeño, participando en innumerables procedimientos en las diferentes regiones del país.
Sam y la familia Soto Sepúlveda ahora continuarán la amistad, esta vez con los hijos de su guía y amigo, Benjamín y Joaquín, en tanto en la Brianco Concepción un nuevo Labrador intentará igualar las incautaciones de las cuales fue parte el perro PDI jubilado.