“Nosotros llevamos varios años en este rubro, donde construíamos nuestras embarcaciones con ciprés y gracias a esta madera se ha levantado la economía de un país y aun así no nos han protegido”, comenta de entrada Juan Faúndez, presidente de la Asociación Gremial de Pescadores caleta El Blanco.
Juanito como le dicen sus más cercanos, se remonta a su niñez para recordar sus inicios como pescador artesanal. Siguió los pasos de sus padres que trabajaban con botes a vela, con gancho en la sierra, el piure y la luga en la isla Santa María.
A los 13 años comenzó el trabajo de Buzo. En ese tiempo, explica que: “era más fácil y sustentable la pesca porque las familias más grandes trabajaban en conjunto solamente para ellos y no dependían de nadie más, ya que en caso de una crisis les resultaba más fácil salir adelante porque eran todos unidos”.
“Hoy la pesca artesanal está muriendo de a poco”
Juan considera que la pesca muere día a día, por lo mismo que su desafío es seguir trabajando con la cultura del mar pero desde la vereda del turismo.
“Gracias a esto hemos tenido una buena convocatoria durante las fiestas costumbristas. En ella se muestra nuestra cultura y gastronomía de mar, como las empanadas de mariscos y el pescado frito. Esas son las puertas que queremos abrir en este rubro porque dedicarse a la pesca a la edad que tenemos significaría arriesgar nuestra salud y aumentar las enfermedades, además de mantener una embarcación que cuesta millones de pesos”.
Emprendimiento familiar en Caleta El Blanco
Juan Faúndez cada día potencia más su negocio familiar. Diariamente recibe a personas para ofrecerles lo mejor de la gastronomía y cultura marítima. Con mucho orgullo cuenta que: “vienen grupos de amigos, familias, personas con sus guitarras y mucho turista, ya que es una caleta muy tranquila logrando pasar un momento agradable. También realizamos y vendemos artesanías”.
Faúndez espera que su emprendimiento sea apoyado por el Gobierno o alguna institución porque en este momento dicen sentirse solos. Cree que en Lota han habido autoridades con poca visión, porque de lo contrario la comuna debiese haberse levantado hace rato.
“Yo formé una coordinadora en el borde costero donde planteamos estos temas en Santiago con los ministros, y le explicamos al Estado que acá se puede hacer una inversión de verdad. Para lograr esto, tenemos que reponer el muelle Enacar para poder atracar y dar servicios a todos los barcos turísticos que llevan de 400 a 2000 pasajeros recorriendo toda Sudamérica y que no tienen un puerto seguro. Si tuviésemos de pie este muelle sería un “boom” en el turismo. Además se generarían muchos puestos de trabajo”.
Proyecciones científicas
La coordinadora del borde costero hizo un acuerdo con la Universidad de Concepción con el objetivo de instalar en la caleta El Blanco un centro Científico Tecnológico de las Ciencias del Mar. La iniciativa tiene como fin convencer al Estado para que logre invertir en ciencias.