Enrique Omar Torres Zapata nació en Lota un 6 de agosto 1942. Hijo de Juan de Dios Torres Muñoz y Berta Estela Zapata, ambos muy ligados a la política social.
Su vida fue siempre muy vertiginosa. Desde muy pequeño fue deportista, además tenía mucha participación en trabajos comunitarios y siempre participó en varias actividades sociales. Al llegar al liceo de Coronel fue elegido presidente del Gobierno estudiantil, posteriormente fue presidente de la juventud Demócrata Cristiana y finalmente fue secretario general del partido Demócrata Cristiano en Lota.
Tras el triunfo de Salvador Allende, en plena Unidad Popular, se adhirió a su campaña, donde tuvo responsabilidades en su Gobierno como gerente de Relaciones industriales en Paños Oveja Tomé por un año, sin embargo optó por volver a Lota debido a los disgustos de la gente por ser de otra comuna.
“Una vez en Lota me iba a reincorporar como profesor, pero me enviaron como gerente de personal a la Celulosa Arauco y ahí me pilló el golpe de Estado, donde estuve un año y medio en cinco campos de concentración”.
Agregando que “en ese tiempo vino desde Venezuela el diputado Lusinchi, que era Social Demócrata, a pedir que se dejaran en libertad o expulsaran para Venezuela a senadores y diputados radicales que eran de la Social Democracia Internacional. El mismo diputado Lusinchi nos dijo después que el ministro de Relaciones Exteriores le otorgó el traslado siempre y cuando se llevasen también a los 27 presos políticos restantes – donde por cierto yo estaba incluido – que debían expulsar y que ningún país los recibía. Y así fue como vino Lusinchi junto al embajador a buscarnos para ser expulsados el 13 de Febrero de 1975 a Venezuela, donde éramos muy felices y jamás había pensado en regresar al frio de Lota”.
El pascuero lotino nace en Venezuela
El Viejito Pascuero empieza realmente en Caracas, Venezuela. “Yo me dejaba la barba en ese tiempo y todos me decían que me la dejara para imitar al viejito pascuero. Finalmente lo hice y me completaba lo blanco con algo de talco”.
En el año 1998 Enrique comenzó haciendo de Viejito Pascuero, realizando varias actividades a nivel deportivo y vecinal, porque él era dirigente en ese país.
El viejito pascuero, en el año 2000 estaba en Chile por unos trámites. Lamentablemente, por una impactante noticia tuvo que viajar nuevamente a Venezuela. Su segunda hija había fallecido.
“Ella era especialista en la computación e incluso la estaban mandando a Estados Unidos a un área de la Nasa, donde 15 días antes de cumplirse ese traslado, sufrió un accidente automovilístico junto a su tía que también falleció. Finalmente decidí no quedarme en Venezuela y junto con mi señora decidimos regresar a Chile con nuestra hija menor donde nos costó adaptarnos al clima frio de acá”.
Sin embargo, pese a las difíciles pruebas que le ha puesto la vida, se debe rescatar la solidaria labor que este Viejito Pascuero ha realizado, participando normalmente en actividades infantiles donde lo contratan, y en algunas situaciones ni siquiera cobra porque su fin es entregar alegría a los niños lotinos.
“Siento que el Viejito Pascuero irradia alegría y bondad más aún cuando a uno lo odia tanta gente aquí en Lota por ser tan critico a nivel político, pero por lo menos tengo la felicidad de que los niños me ven con mucho cariño. En Lota me ganaba fuera del local “El lapicerito”, sentado para tomarme fotos con las personas y niños que hasta el día de hoy me tiran la barba para saber si es de verdad. Sin embargo, dejé de estar fuera de la librería porque actualmente tengo tantos enemigos que no quiero encontrármelos. A pesar de eso este trabajo me trajo mucha felicidad”, finalizó.