Juan Daniel Ormeño Castillo, un hombre de 70 años, celebra un legado de servicio que abarca más de cinco décadas en el Cuerpo de Bomberos de Lota. Desde sus humildes inicios como cadete a los 14 años en 1968, hasta su rol actual como uno de los miembros más antiguos y activos de la institución, Juan ha dejado una huella indeleble en la comunidad.
Ingresó al cuerpo de bomberos como cadete y ascendió a ser bombero formal en 1971, desde entonces, ha participado en todas las actividades y emergencias con dedicación y compromiso. A lo largo de su carrera, ha ocupado una variedad de roles, desde oficial de cadete hasta director y vice superintendente, demostrando una dedicación excepcional a la institución.
Juan es una figura destacada en la historia del Cuerpo de Bomberos de Lota, habiendo sido uno de los fundadores de la sección cadete en 1968 y contribuyendo a la creación de la brigada de rescate vehicular en 1993. Su compromiso y liderazgo se reflejan en las numerosas distinciones y reconocimientos que ha recibido a lo largo de los años.
Fuera del ámbito de los bomberos, Juan es un hombre de familia, nacido y arraigado hasta la fecha en Lota. Casado y padre de dos hijos, ambos siguieron sus pasos como voluntarios en el cuerpo de bomberos. Su dedicación al servicio comunitario se extiende a través de generaciones, con su hijos siendo capitán de los cadetes y/o teniente segundo.
A pesar de su vasta experiencia y contribuciones, Juan no muestra signos de desaceleración. Apasionado por su labor como bombero, planea seguir sirviendo a la comunidad mientras su salud y condiciones físicas lo permitan. Su mensaje para los aspirantes a bomberos y sus familias es claro “El servicio como bombero ha evolucionado con el tiempo, con equipos modernos y capacitación constante que garantizan la seguridad y eficacia en las operaciones. Aunque el riesgo siempre está presente, la preparación y el compromiso de los bomberos permiten enfrentar cualquier desafío con profesionalismo y dedicación”, expresó.
Sin duda, Juan es un ejemplo vivo de la nobleza y valentía que define a los bomberos, y su legado perdurará como inspiración para las futuras generaciones de voluntarios.