La imperante actividad industrial en Coronel es una de las problemáticas que afecta a diario a la comunidad. Lo anterior, de acuerdo a diversas agrupaciones medioambientales de la región, posicionó a la comuna como una nueva zona de sacrificio. La presencia de empresas, tales como la Compañía Pesquera Camanchaca S.A. y la Central Termoeléctrica Bocamina, ha generado diversas complicaciones a los residentes aledaños a las instalaciones perjudicando notoriamente su calidad de vida.
A fines de enero se registró una serie de episodios, que si bien no se ha logrado establecer algún tipo de conexión, ocurrieron en zonas no muy alejadas entre sí. Los vecinos del sector de Lo Rojas y Villa Alegre sintieron, en primer lugar, desde las instalaciones de Camanchaca un fuerte y penetrante olor, lo que tuvo por consecuencia vómitos y dolores de cabeza en vecinos, terminando algunos en centros asistenciales. Asimismo, y casi al mismo tiempo, un estruendoso ruido sacudió a los vecinos de la Termoeléctrica Bocamina, quienes temieron una explosión inminente.
Tras esto, personal de la Seremi de Salud del Bío Bío y de la Municipalidad de Coronel, inspeccionó los puntos de conflicto. En la pesquera se verificó la presencia de vahos de procesos de producción, lo que derivó a la entidad a iniciar un sumario sanitario para determinar si hubo errores de procedimiento o responsabilidades en el origen de los olores.
Posteriormente, y gracias a una denuncia canalizada a través de la Municipalidad de Coronel, el equipo fiscalizador se dirigió hasta Bocamina donde se constató que, entre las 23.03 y 23:07 horas, la planta emitió ruidos molestos causados por la operación de la válvula de seguridad de la caldera, los que provocaron molestias y preocupación en la comunidad.
De acuerdo a información entregada por Biobío Chile, Héctor Muñoz, seremi de Salud del Bío Bío, declaró que “las inspecciones tuvieron como objetivo poder realizar un diagnóstico de la situación y tomar medidas para devolver la tranquilidad a los habitantes de la comuna. También fueron acompañadas por un equipo profesional de Gestión Ambiental y de Emergencias”.
De la misma forma, se fiscalizó el funcionamiento de la empresa Bahía de Coronel, donde se estaba finalizando el proceso productivo diario, sin constatarse olores más allá de los propios de la actividad. Pese a esto, se efectuaron exigencias con el fin de mejorar su zona de carga de harina de pescado a transporte, para así aminorar olores en el exterior de la planta.
El objetivo de dichas inspecciones, así como también el inicio de los sumarios sanitarios es velar por la seguridad y la salud de la población, por lo que se incrementarán los procesos de vigilancia hasta minimizar los riesgos derivados de cualquier tipo de actividad. Esto, con el fin de responder el llamado del municipio a investigar y sancionar a los responsables.
Desde el municipio señalaron que la recién creada Dirección de Medio Ambiente apunta, precisamente, a encarar estos hechos de carácter perjudicial para todos los residentes. El alcalde subrogante de Coronel, Patricio Rojas, explicó al medio La Prensa Austral que: “No pueden (las empresas) tener fallas de esta naturaleza. Se supone que hay procesos de mantención, procesos de revisión y la verdad es que el ruido, efectivamente, hacía pensar a los vecinos que podría haber habido alguna explosión”.
Ante los hechos, la psicóloga Macarena Araneda habló sobre las posibles consecuencias que podría tener en la comunidad. “Es importante remarcar que este tipo de episodios son condenables pues dañan de manera directa la salud física y mental del paciente. No dormir 8 horas o que este periodo de descanso se vea interrumpido abruptamente puede generar estrés en los adultos, así como también en niños. La falta de sueño, a su vez, genera trastornos de ansiedad en los más pequeños, por ejemplo”.
Por los episodios Enel Generación Chile manifestó en un comunicado que “actuaron los sistemas de control de presión de vapor de agua en la central Bocamina I, lo que produjo la emanación de vapor y ruido por cerca de cinco minutos, sin revestir riesgo a la comunidad”. La compañía considera “normal” el episodio, asegurando que se informó a las autoridades y a la comunidad, descartando que el vapor de agua liberado sea el responsable del mal olor.