Los últimos sistemas frontales y las bajas temperaturas también provocan la llegada de enfermedades asociadas a esta estación.
Si bien hay que ser claros en que una alimentación saludable no funciona como un escudo protector contra virus y bacterias, existen algunos alimentos con propiedades nutricionales que tienen mucho que aportar al sistema inmune y que nos fortalecen para hacer frente de mejor manera a las enfermedades de invierno.
Debemos aclarar que los alimentos no son la cura para las enfermedades, pero sí pueden ayudar a sobrellevar de mejor forma un resfrío o mantener el sistema inmune en buenas condiciones para soportar las bajas temperaturas.
Los principales beneficios de consumir algunos alimentos ricos en vitaminas u otros nutrientes son mantener el organismo mejor preparado para enfrentar situaciones de estrés y las temporadas frías, que son cuando uno queda más expuesto a contraer infecciones por virus o bacterias ya sea en la calle, el transporte público o en espacios como colegios y malls.
Estos son los mejores nutrientes para prepararse de cara al invierno:
1.- Proteínas: estas moléculas formadas por cadenas lineales de aminoácidos tienen una importante participación en la asociación del sistema inmune. Si no se consume la cantidad suficiente de proteínas, el sistema inmune decae, lo que puede dejarnos expuestos a contraer enfermedades. Las proteínas están presentes en alimentos como la carne y las legumbres.
2.- El zinc: este mineral viene acompañando generalmente a alimentos ricos en proteínas como las carnes rojas, blancas, pescados y mariscos, pero también está presente en otros alimentos como habas, nueces, granos y levaduras. El principal aporte del zinc está en su participación en el correcto funcionamiento del sistema inmune.
3.-Ácidos Grasos Omega 3: son ácidos grasos esenciales que el organismo no puede fabricar y cuyo aporte está en la modulación del sistema inmune, la prevención de inflamaciones, además de enormes beneficios para la respuesta del cuerpo frente al estrés. Los ácidos grasos Omega 3 se encuentran en pescados, aceites de canola y soya, en semillas de chía y en nueces.
4.- Vitamina C: comúnmente a esta vitamina se le asocian cualidades sobrenaturales a la hora de prevenir resfríos, lo que no es así. La principal función de la vitamina C apunta a su calidad de antioxidante, lo que le permite ser un buen aliado a la hora de enfrentar enfermedades del tipo invernal, ya que ayuda a sobrellevarlas. Adicionalmente, y si se consume en forma de jugo natural, contribuye a la hidratación. La vitamina C está presente en cítricos como naranjas y limones, además de frutas como piñas, kiwis y frutillas.
5.- Probióticos: son alimentos con microorganismos vivos adicionados que permanecen activos en el intestino y lo protegen de otras bacterias perjudiciales que lo quieran atacar. Los probióticos se consumen principalmente como agregados a algunos productos lácteos como Chamyto o Uno al día.
6.- Hierro: Este elemento participa en la forma de trabajo del sistema inmune y opera de la mano con las proteínas y el Zinc. Una excelente forma de aumentar sus cualidades es consumiéndolo junto a la vitamina C, por ejemplo a través de un plato de carne con ensalada y un jugo natural de naranja.
7.- Agua: Un problema habitual en invierno es que olvidamos hidratarnos. Cuando hace frío, uno tiende a consumir menos agua, lo que no es bueno. La recomendación apunta a consumir infusiones, té, café y otros productos, con tal de mantenerse correctamente hidratado en días de bajas temperaturas.
[box type=”info” align=”” class=”” width=””]* Nutricionista y académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Mayor[/box]