No es novedad que las veces que recorremos las calles de la comuna, el primer plano y la panorámica sean los mal llamados “perros vagos”. Y es que en Lota, el abandono de perros es una realidad que se acelera con creces.
Los perros en situación de calle es un problema que viene arrastrándose desde hace años.
Una amiga hace un par de meses me comentó que fue atacada por una jauría de perros fuera de la casa de su prima. Cayó al suelo, pero gracias a la acción rápida de su familiar, resultó ilesa. Más bien – relata – fue el susto del empujón que dio uno de los canes. Y claro, la situación pudo haber sido peor. Por fortuna, estuvo aquí para contarme y de ahí inspirarme en escribir esta columna de opinión.
Que interesante sería que nuestros parlamentarios, aquellos que dicen representarnos, pudiesen conocer de cerca esta triste realidad que nos afecta a todos, y de una vez por todas dejar de aplicar condenas irrisorias en el marco de la ley de tenencia responsable. Pero más allá de una política regulatoria a nivel municipal y gubernamental, que interesante sería que la educación elimine la nebulosa de muchos que criminalizan al perro…
Lo cierto que el culpable no es el perro, sino que tú…
Probablemente, estas líneas sea vista gorda para muchos, o un texto que va de la mano de la indiferencia… Pero si puede hacer conciencia en al menos una persona, el tiempo habría valido la pena…
¿Los perros en situación de calle son un problema público? Y de ser así ¿por qué no existe una política pública que lo aborde integralmente?
Las falencias del actual marco legislativo necesitan fortalecer el control de la población canina con campañas educativas que apunte a la esterilización, adopción, y al no maltrato animal que muchas veces se traduce en abandono, y en peores casos la cruel e intencional muerte.
Y por cierto, no puedo dejar de lado que la situación no es un problema que sólo afecta al bienestar de los perros en situación de calle y a los amantes de los animales – como es mi caso-, sino que es un problema de la sociedad en su conjunto.
Probablemente siempre escucharemos comentarios sádicos como “maten a esos perros”, o en otros casos “son un peligro para la sociedad”. Y claro, un animal que a diario vive de la indiferencia del hombre tenderá a actuar a su defensa, buscando formas para apaciguar la sed que los golpea en el verano y opciones de cómo se podrá alimentar.
Pero… ¿es la solución el maltrato o el abandono? ¿Es una solución real el canil municipal? La solución no pasa por exterminar a los “perros vagos”. Tampoco por la creación – si bien necesaria- de un canil municipal. El tema va más allá en una sociedad arraigada en el retroceso…
¿Sabías que una hembra puede parir hasta 15 perros dos veces al año? Por lo mismo que se necesita una urgente educación cívica, respeto y amor por los animales.
A lo anterior se suma algo fundamental. A los perros hay que esterilizarlos y fomentar la tenencia responsable desde que somos pequeños.
Es fundamental saber que sucede con los recursos entregados a los municipios para regular el tema, porque si no, la ley será letra muerta.
Es momento de poner punto final a esta situación. Seamos serios. Hay que exigir a nuestros parlamentarios, enfrentar este grave problema ciudadano. Pero sobre todo nosotros, tú que divagas por estas líneas, que seas responsable con tu mascota, que la cuides, la esterilices, la alimentes, la ames, no la dejes vagar por la calle durante el día y nunca vayas a pensar que un animal es una cosa que se maltrata, bota, regala o de la que uno simplemente deshace.
“La grandeza de una nación y su progreso moral puede ser juzgado por la forma en que sus animales son tratados”, Mahatma Gandhi.