Uno de los primeros pasos hacia la conservación de bienes cuya pérdida representaría una merma invaluable e irreparable para la humanidad entera. Lo anterior quedó en evidencia a través de la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural efectuada en 1972. Tras esto, y luego de la internalización de “desarrollo sostenible” por parte de la comunidad a
nivel internacional, se logró instaurar la conservación del patrimonio como una arista trascendental en el sector geográfico, y asimismo, de su entorno.
La Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) es “un legado de monumentos y sitios de una gran riqueza natural y cultural que pertenece a toda la humanidad”.
Los sitios inscritos en el documento cumplen la función de “hitos del planeta, de símbolos de la toma de conciencia de los Estados y de los pueblos acerca del sentido de esos lugares y emblemas de su apego a la propiedad colectiva, así como de la transmisión de ese patrimonio a las generaciones futuras”.
Lota es una comuna conocida por sus antiguos yacimientos de carbón, los que siglos atrás fueron protagonistas de la economía y del desarrollo del país, posicionándose en la memoria y cultura nacional. Actualmente, cuenta con 11 monumentos históricos, hecho que la convierte
en la ciudad de Chile con más reconocimientos de esta índole.
Es por lo anterior que ha sido protagonista de diversos proyectos, que se han planteado como objetivo principal posicionarla dentro de la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
El pasado minero
De acuerdo a Alberto Larraín, director ejecutivo y fundador de ProCultura, sin duda, existe un antes y un después al cierre de la Mina. “Hace 22 años las minas se cerraron y con ello se cerró el corazón productivo de la comuna, y también se puso fin a una forma de vivir la vida.
La mina no solo era el origen de modismos que llegaron a ser nacionales, como el ‘patas negras’, sino que fue el origen de los relatos de Baldomero Lillo, máxima expresión del realismo social, con sus obras Sub Terra y Sub Sole.
Pero además fue la primera ciudad con luz eléctrica en Chile”, explicó Larraín. “Luego del cierre de la mina, esa cultura debe pasar a ser reentendida, y es ahí donde es crucial el rol de la Mesa Ciudadana de Patrimonio, que logra empezar a reconocer que el lugar en el que viven es patrimonial, y que esto puede ser una nueva forma de relación.
Aparece un nuevo actor cultural: El Patrimonio”, agregó. Dentro de la misma línea, Alberto Larraín puntualiza que Lota es la única ciudad en Chile que puede ser declarada Patrimonio de la Humanidad: “Además, completa la triada minera de Chile: Humberstone y Santa Laura nos hablan del salitre; Sewell del cobre y Lota del carbón, pero a diferencia de las dos primeras, Lota es una ciudad viva, con tradiciones, costumbres y llena de rincones por descubrir”.
Los desafíos
Si bien el potencial de Lota es innegable, aún existen importantes problemáticas que representan un desafío en términos de desarrollo. Uno de ellos guarda directa relación con el empobrecimiento del territorio, así como también de su población. Para Larraín dicho conflicto se traduce en un estado de vulneración constante: “Lota ha vivido más de cien años en un estado de vulneración, pese a que le brindó un gran desarrollo a Chile.
Eso hace que, a pesar de su rica cultura, los problemas sean múltiples: existen alrededor de 36 campamentos, siendo una de las ciudades con mayor porcentaje de sus habitantes viviendo en estas condiciones, sin acceso a elementos básicos como agua o alcantarillado”. “El trabajo siempre ha sido precario, en primera instancia por las condiciones laborales en que se desarrollaban y hoy por ser una de las comunas con más cesantía en Chile, donde los trabajos de emergencia se han transformado en una realidad permanente.
La Cultura es fundante, es lo que nos permite tener la experiencia de lo bello y la reflexión, pero ello requiere tener un piso de necesidades básicas cubiertas. Es difícil hablarle a alguien de cultura cuando tiene hambre o no tiene agua”, profundizó el fundador de ProCultura. Alberto Larraín, quien trabaja desde el 2009 vinculando la recuperación del patrimonio a la calidad de vida,
advierte que el camino será largo y un tanto dificultoso. “Chile comenzará ahora el proceso indagatorio ante la UNESCO, pero será un camino largo. Lo primero es que al ser una comuna tan vulnerable, muchas de las acciones que se realizan no se conjugan para poder potenciar o fortalecer su opción de ser Patrimonio de la Humanidad, porque la urgencia es ahora y las soluciones con mirada patrimonialista en general son más lentas y más caras”.
Ante lo anterior, añadió: “Deben trabajarse aspectos básicos como el aseo, el respeto a la zona típica y la creación de una ordenanza. Se deben poner en valor otros sectores relevantes como Bannen, la feria de Lota, Colcura y el borde costero.
SinFrases destacadas:“Hoy la única alternativa real para lograr un desarrollo sustentable, que permita a muchas familias salir de la pobreza, es el patrimonio y su puesta en valor” – Alberto Larraín, director ejecutivo y fundador de ProCultura. “Lota es la única ciudad en Chile que puede ser declarada Patrimonio de la Humanidad.Cuenta con 11 monumentos nacionales y nosotros como Fundación aspiramos a entregar el número 12: la colección de cerámica de Lota del Museo Stom. Lota es la capital cultural y patrimonial del Bío Bío innegablemente” – Alberto Larraín, director ejecutivo y fundador de ProCultura. ello el foco estará en el pasado, en la mina, en cambio uno espera que la comuna se entienda y desarrolle desde el presente”.
Finalmente, señaló que “hoy la única alternativa real para lograr un desarrollo sustentable, que permita a muchas familias salir de la pobreza, es el patrimonio y su puesta en valor. A su vez, esto permite hacer una reconversión desde la misma comunidad, no desde fuera, como se ha intentado tantas veces”.