Lota, con 12 monumentos nacionales, es la comuna con mayor patrimonio histórico fuera de Santiago. Su legado, centrado en la historia minera, enfrenta grandes desafíos de preservación, como lo evidencia la reciente intervención en el monumento a Matías Cousiño, que podría infringir la Ley de Monumentos. Instituciones y agrupaciones locales también juegan un papel crucial en la defensa del patrimonio, trabajando para preservar la memoria de los antiguos hombres y mujeres hijos del carbón.
Entre los sitios destacados están las ruinas de ENACAR en Chambeque, que incluyen el Pique Alberto y su cabría, Pique Carlos 1 y 2, y el edificio Búnker, estructuras que hoy presentan un marcado abandono. También figuran el Parque Isidora Cousiño, un espacio que ha sido restaurado recientemente, y la Mina Chiflón del Diablo, la única mina submarina del mundo, que sigue siendo un importante atractivo turístico tras numerosas reparaciones. La Planta Hidroeléctrica de Chivilingo, diseñada por Thomas Edison en 1896, destaca por ser la primera central hidroeléctrica de Chile, aunque hoy sufre un deterioro significativo.
Otros monumentos, como el Desayuno Escolar y la Gota de Leche, reflejan la visión social de los Cousiño para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y sus familias. El Teatro del Sindicato N°6 y el Pabellón 83 son testimonio de la vida comunitaria de los mineros. Por otro lado, los Fuertes de Colcura y de Lota narran episodios de defensa militar en la época colonial.
Lota Alto también ha sido declarada zona típica, reafirmando la importancia de un plan integral que no solo proteja este invaluable patrimonio histórico y cultural, sino que también fomente su uso sostenible y educativo para las futuras generaciones.