La nueva normativa comenzará a regir en agosto. Se entendió que este espacio daría una oportunidad para que los empresarios pudieran adaptar sus barcos de arrastre a línea potera.
Sin embargo, esto es técnicamente y económicamente poco viable para Pacific Blu, que cuenta con una flota importante.
Y aquí es donde radica el meollo de por qué se retiran de este tremendo sector productivo que sólo en la Región se registraron en 2018 US$ 111 millones en exportaciones a diversos países donde este recurso goza de una importante fama.
¿Por qué no sirven?
De acuerdo al gerente general de Pacific Blu, Marcel Moenne, y el capitán de barco, Jaime Acuña, hay cinco razones poderosas de por qué sus embarcaciones hechas para la pesca de arrastre no podrían operar como poteros ( líneas con anzuelos).
Lo primero, el diseño es inapropiado para las nuevas tareas, teniendo sólo un 50% de la cubierta aprovechable.
Lo segundo, la borda es muy alta. Esto es decidor, ya que los ejemplares de jibia chilenos son muy grandes. Las malas condiciones de mar harían que los ejemplares se desgarraran.
En tercer lugar, las condiciones de viento y corrientes harían que las líneas se enredaran. Los poteros sólo pueden trabajar en días con calma.
En cuarto, la imposibilidad de procesar abordo, lo hace más complejo aún, dado que la jibia dura sólo aproximadamente 48 horas fresca en hielo. Es por ello que ahora tendrían que volver muy pronto al puerto, complicando las operaciones.
En último lugar, “un arrastrero pesca 2.000 toneladas al mes en el Bío Bío, mientras que un potero en el Pacífico ecuatorial haría 900”. Y según sus estimaciones en la Región alcanzarían apenas 120 toneladas.
Pacific Blu de hecho viajó hasta Argentina, para ver cómo operan los poteros ( que extraen ejemplares pequeños y en aguas más quietas) y concluyeron que ambas realidades son diferentes y que aplicar eso en el mar chileno es imposible.
Es por ello que lamentaron no haber sido escuchados debidamente en el parlamento.