Los malos olores son un problema ambiental que claramente afecta la calidad de vida de las personas y que en el caso de actividades procesadoras de productos del mar, pueden causar náuseas, molestias respiratorias y hasta alteraciones psicológicas en vecinos cercanos a estas plantas.
Desafortunadamente, Coronel de la región del Bío Bío por años ha tenido que soportar episodios de malos olores. Y es que es de conocimiento público que dicha comuna concentra el mayor número de empresas pesqueras a nivel nacional, las cuales se encuentran emplazadas en la bahía de Coronel (sector Lo Rojas) y cercanas a sectores residenciales como Lagunillas, Villa La Posa- da y Escuadrón.
Las causas de estos malos olores van desde problemas con la frescura de productos del mar y la falta de infraestructura adecuada para recepción de materia prima, sistemas colectores de vahos, plantas de riles, e insuficientes sistemas de abatimiento. Desde ASIPES han atribuido el problema incluso al desajuste entre el volumen disponible de materia prima y la capacidad de las plantas, provocado por la falta de organización de la captura artesanal que ha causado “atochamiento” en las bodegas y su posterior descomposición.
Pese a que a mediados del 2018 las empresas Alimar, Blumar, Camanchaca, Landes y Food- corp, Orizón comprometieron un protocolo para reducir los malos olores provenientes de sus procesos, los malos olores durante las últimas semanas siguen siendo una constante y un dolor de cabeza para los vecinos de Coronel. Es más, Asipes argumenta que: “No hay inversión ni tecnología disponible que permita eliminar los malos olores si las plantas pesqueras se ven obligadas a pro- cesar pesca en mal estado”.
Agregando que: “es importante saber que las lanchas artesanales no poseen refrigeración en sus bodegas y al estar todas al mismo tiempo esperando para poder descargar su pesca en las plantas, lo que traen en sus bodegas se descompone y genera mal olor que afecta a la población cuando se procesa. Por ende, subrayó, lo lógico es ajustar el abastecimiento de pesca a la velocidad de procesamiento de las fábricas, porque, al revés, se producen episodios de olor”.
En marzo del presente año, hasta la Pesquera Orizon S.A (Compa- ñía del Grupo de Empresas Co- pec) de Coronel arribó el Seremi de Salud del Biobío, Héctor Mu- ñoz, y el Alcalde de la comuna, Boris Chamorro, para realizar un balance de las fiscalizaciones realizadas durante el período estival en la comuna, en el marco del Programa de Fiscalización Permanente, puesto en funcionamiento en noviembre pasado.
Según las cifras entregadas por la autoridad sanitaria, durante el presente año se han efectuado 124 fiscalizaciones ambienta- les, las que han dado origen a 8 sumarios sanitarios. En cuanto a las inspecciones de la industria pesquera propiamente tal, se iniciaron sumarios contra cuatro empresas del rubro por malos olores.
Frente a la problemática, el presidente del Consejo Comunal de la Pesca Artesanal de Lota, Antonio Chaparro Carrillo, denunció a la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes) por querer limitar los desembarques de sardina y anchoveta artesanal.
“Es el colmo de la frescura. Las pesqueras reciben la pesca artesanal, dejan que se pudra en sus pozas antes de hacerla harina y después nos echan la culpa a nosotros de la hediondez. Que los industriales se hagan cargo de sus olores, que la autoridad los sancione no más” de Iquique con Orizon
Las empresas chilenas Pesquera Iquique-Guanaye S.A.(Igemar) y Pesquera Eperva S.A. (Eperva), subsidiarias del Grupo Angelini, adquirieron 20% de la procesadora y distribuidora de productos alimenticios, Orizon S.A., que estaban en poder de Sociedad Pesquera Coloso S.A., por USD 20 millones.
Portaluppi, Guzmán y Bezanilla asesoró a las compañías compradoras, mientras que Urenda, Rencoret, Orrego y Dörr representó a Pesquera Coloso. El acuerdo cerró el 27 de diciembre de 2018.
Orizon procesa productos con marcas propias y distribuye, a través de licencias, las marcas Nature Valley, FiberOne, HäagenDazs y Old El Paso, propiedad de General Mills.
Además, procesa atunes enlatados, pescados y mariscos congelados, harina y aceite de pescado. La empresa cuenta con tres plantas propias en Chile, ubicadas en Coquimbo, Coronel y Puerto Montt, uno de los polos pesqueros chilenos.
La publicación Estrategia señaló que “Pesquera Iquique-Guanaye S.A. así como Eperva estiman que esta transacción tendrá positivos efectos en los resultados de la sociedad”. La publicación agregó que: “para Pesquera Coloso el efecto de esta transacción en los resultados financieros será una pérdi- da de USD 14,1 millones, según comunicó en hecho esencial enviado a la Comisión para el Mercado Financiero. En cambio para Duncan Fox, la empresa del grupo que realizó la transacción, determina una ganancia extraordinaria por USD 6,2 millones para el ejercicio 2018”.