La tarde de este jueves, altas fuentes de La Moneda confirmaron a La Tercera que el gobierno del Presidente Sebastián Piñera decidió la salida del general Hermes Soto de la dirección de Carabineros, determinación que se informará oficialmente durante las próximas horas.
Esto, luego de que se conocieran nuevos antecedentes respecto al operativo que terminó con la muerte del comunero mapuche, Camilo Catrillanca.
La divulgación de imágenes inéditas del procedimiento, publicadas por La Tercera PM y Ciper, terminaron por sepultar la administración de Soto, quien previo a esto contaba con un respaldo explícito de las autoridades del Ejecutivo.
Aunque Soto insistió en que esas imágenes lo tomaron por sorpresa, que nos las conocía y que no estaba en sus planes renunciar, lo cierto es que las dudas sobre su control sobre los subalternos le costaron el puesto.
El hecho de que nuevamente desconociera información considerada clave en la investigación fue catalogado como algo grave, al igual que como lo sería el hecho de que, estando en conocimiento, lo hubiese ocultado. En ese caso, será el Ministerio Público quien deberá determinar los pasos a seguir.
El senador oficialista Andrés Allamand adelantó durante la mañana que la situación era insostenible, en conversación con radio Agricultura dijo que el general director quedó “en mal pie” y que “en el actual escenario es muy difícil imaginar la permanencia del general Soto al frente de Carabineros”.
La primera muestra evidente de que los lazos de Soto con La Moneda se rompieron sucedió antes del mediodía, cuando, según fuentes de Carabineros, Soto Isla fue suspendido del Comité de Seguridad que se desarrolló en el Palacio de Gobierno, determinando que en su reemplazo debía asistir el subdirector, Álvaro Altamirano.
Altamirano, cabe destacar, es precisamente quien asoma como la posible carta para suceder a Soto.