Con paso firme y el corazón lleno de energía, Camila, la mamá de Tomás, ha llegado a la Región del Biobío. Hoy cruzó la “Cuesta de la Esperanza”, un nombre que simboliza el anhelo que la impulsa en su camino hacia La Moneda. Su objetivo es visibilizar la problemática de su hijo, diagnosticado con “la enfermedad más cara del mundo”.
En la comuna de Mulchén, al límite de la región, Camila fue recibida con emoción por vecinos, bomberos, carabineros y autoridades locales, quienes se unieron para mostrar su apoyo y solidaridad. Entre abrazos, lágrimas de emoción y aportes a su campaña, Camila expresó: “Sé que vamos a recibir mucho cariño de la gente aquí en la Región del Biobío. Si estuviésemos solos, quizá no estaríamos tan animados como ahora”.
Al llegar a la Región del Biobío, Camila ya había recaudado cerca del 70% del dinero necesario para el costoso tratamiento de su hijo. “Es un apoyo que no esperábamos, siempre pensamos que la gente nos ayudaría, pero no tanto, ni a este nivel. Nunca pensamos que nos acogerían tan prontamente”, comentó la joven madre.
### La historia de Camila y Tomás: Un viaje a pie para recaudar fondos
La historia de Tomás Ross ha conmovido a gran parte del país. Tomás, un niño de 5 años, fue diagnosticado con distrofia muscular de Duchenne, una enfermedad genética que causa debilidad muscular progresiva. Su madre, Camila Gómez, decidió emprender una travesía desde Ancud hasta Santiago, caminando más de 1.200 kilómetros para visibilizar la enfermedad de su hijo y recaudar fondos para el tratamiento costoso que necesita antes de cumplir 6 años en octubre.
La odisea de Camila comenzó el 28 de abril, motivada por la negativa del Ministerio de Salud de brindar apoyo para el tratamiento de Tomás y otros niños con la misma enfermedad. Su objetivo es reunir el monto necesario para la compra del tratamiento y presionar al Gobierno para mejorar la cobertura de enfermedades raras en Chile. Se espera que llegue a La Moneda a fines de mayo.
El medicamento que necesita Tomás, llamado “Elevidys”, cuesta $3.500 millones de pesos chilenos, aproximadamente 3.788.657 dólares estadounidenses. Hasta el 10 de mayo, la campaña había reunido la mitad de los fondos necesarios gracias a la colaboración de cientos de miles de chilenos. La consigna es que si un millón de personas colabora con $3.500 pesos, se podrá costear el tratamiento para Tomás, ofreciendo así una esperanza para su futuro.